Un oficial de guerra fué mi cortejo Y en muy pocas semanas quedó sin resto. Ya se ha marchado, pero tengo el consuelo Que va pelado, que va pelado. ¡Qué bueno será el señor oficial! Pero tengo el consuelo que va pelado. ¡Pobrecito! Y qué contento, quedaría! En la gente de guerra es evidente Que está siempre el bolsillo convaleciente. ¡Ay, qué bueno será el señor oficial! Está siempre el bolsillo convaleciente. Pero con todo, no faltan oficiales que son garbosos. Y más vale un te daré de algunos oficiales Que dos toma de un paisano.